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martes, 25 de diciembre de 2012

La doctora Concha Piñón pone al día aspectos relevantes de la vida y obra del pintor Juan Mezquita




Ana Valentín, nieta del pintor (d), colabora con varios textos en el libro de Concha Pinón (i)




Portada del libro
La doctora Concha M. Piñón Cotanda muestra en su nuevo libro “Juan Mezquita Almer o el sobrevuelo de la imaginación” una semblanza histórica, artística y personal del pintor modernista castellonense (1881-1956), natural de Onda. La obra, que fue presentada en la sede de la Caja Rural y en el Ayuntamiento de Onda, días atrás, es, ante todo, como señala su autora,”un homenaje al pintor ondese Juan Mezquita Almer, que sorprendió con su arte en vida, que derrochó imaginación y sobrevoló en pinceles su propia genialidad, sin traicionar jamás, el trazo limpio y la mirada limpia de su plumilla de dibujante”. En una obra de 194 páginas e ilustradas con fotografías, dibujos y obras de arte de distintos estilos, géneros, técnicas y épocas, ofrece una aproximación rigurosa al contenido y morfología del legado artístico de Mezquita Almer, y de gran parte del contexto histórico que le tocó vivir.
En un libro cuidadosamente editado y prologado por el doctor en Literatura Comparada de la Universidad de La Sorbona Helios Jaime, y con las valiosas anotaciones de Ana Valentín Mezquita, Concha M. Piñón desentraña los aspectos más relevantes de la vida y obra de Juan Mezquita Almer, con el hilo conductor de la época en la que se desenvolvió el artista modernista, hasta convertirlo en una fuente imprescindible de estudio e investigación de su legado.
El doctor Helios Jaime describe en su prólogo a Mezquita Almer como un artista de facetas múltiples ya que debido al período que abarca su vida, prácticamente, desde el último cuarto del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, más que involucrarse en una de las tendencias de los diversos períodos como la del modernismo, art nouveau, expresionismo, surrealismo, toma de cada una de ellas los elementos estéticos que le permitirán desarrollar una interpretación personal del arte y configurar, de esta manera, su propia perspectiva estilística”.
Agrega que estos procesos justifican plenamente el subtítulo con el que Mercedes Piñón precisa el leit motiv de su libro: “el sobrevuelo de la imaginación”.
“En realidad,-añade-la imaginación de este pintor no sólo se observa en su obra pictórica sino que se extiende en otras manifestaciones como las figuras de abanico, de cerámicas, pero también de artes gráficas, ilustraciones de libros”.
Para Helios Jaime, la actitud estética de Mezquita Almer corresponde con su formación ideológica ya que conoce las generaciones del 98, 27 y la Neorrealismo que se pone de moda a partir de la postguerra. “Pero Mezquita-añade Helios Jaime-no es un intelectual de gabinete, él también tiene las terribles e inolvidables experiencias de las dos guerras mundiales y, sobre todo, de la guerra civil que asola su país en los años treinta”.

Relevancia histórica




Helios Jaime escribe que “eventos de tal trascendencia histórica que conmueven al mundo, hacen que Mezquita Almer adquiera una experiencia vital que se refleja en su evolución formal y temática de su obra y se manifiesta en una variedad de géneros. Pero lo que más me llama la atención es su viaje interior que no necesita de grandes desplazamientos, su trayectoria se centra en ciudades emblemáticas de España como Valencia, Barcelona y Madrid, itinerario que le hace profundizar en su vocación artística. En la ciudad de Joaquín Sorolla, el joven pintor se perfecciona en la célebre Escuela de Bellas Artes y allí recibe los primeros premios. En Barcelona ejerce como artista y profesor de Dibujo, y en Madrid, la revista La Esfera publica el dibujo con el cual gana, entre otros, el primer premio del Nuevo Mundo”.
Tal como explica la autora, este libro pretende, “al esbozar la semblanza del pintor Juan Mezquita, acercarnos al compendio de una parte significativa y querida de su obra, a todas luces genial, que asume la importancia de sacarla a la luz, algo que como ondense me llena de gozo, y que me hace de igual modo tomar conciencia de la responsabilidad que asumo. Nada de esto hubiera sido posible sin la ayuda de su nieta Ana, escritora y a la sazón, verdadera “alma mater” de este trasiego de dibujos, cuadros, fotografías y documentos, de anécdotas familiares, conocidas y reiteradas no sólo por su madre Pamita, a la que tuve la dicha de conocer, sino por tantas horas de conversación con su abuela Ana Rebeca, a su vez, hermana del pintor, con la que convivió. A ella, a Ana, todo mi reconocimiento y gratitud por haberme confiado su bagaje con la certeza de buscar un mismo fin”.
Concha Mercedes Pinón atribuye la primera causa de este nuevo libro a Ana Rebeca, hermana del pintor, y “a cuyos versos puso el pintor portada, pues de su pluma llegó a mi mano por vez primera noticia de la saga familiar, a través de su correspondencia-mejor decir comunicación poética-con sus sobrinos Tomás y Vicente Almer, incondicionales en su ofrecimiento. A ello contribuyó  María Ángeles Gálver, quien puso en mi mano la interesante correspondencia que intercambió con su madre, Ángeles Sanz, por razón de sus versos”.
Concha Piñón define su libro como una obra interdisciplinar, “puesto que intercala, ante determinados cuadros del pintor, pequeñas secuencias literarias “arrebatadas”  a su nieta Ana Valentín, escritora de vocación, inspiradas y sentidas ante dichas obras de su abuelo. Contando con que Ana Valentín Mezquita, es nieta a su vez de Juan Mezquita y de Ana Rebeca, bien podemos hablar de una saga”.

Estructura


La estructura del libro comprende una introducción al marco histórico, social y cultural de la época que le tocó vivir al autor, fundamentalmente la que determina su formación y la que define su obra, antes de que la ceguera agotara sus posibilidades; una semblanza autobiográfica del pintor ondense en su entorno familiar y su etapa de formación y estudio que propicia la creación posterior de su obra; y un análisis de la obra del dibujante y pintor en las distintas modalidades que la conforman como artista polifacético, destacando igualmente en la plumilla, aguatinta, cerámica, ilustraciones gráficas, acuarela, óleo,, y asimismo, bocetos escultóricos, bajorrelieves de carácter alegórico y ornamental.

Fuentes:Canarias en el Siglo 21 y La Ranilla.
Textos: Rafael Ben-Abraham Barreto.
Fotos: Colección familiar de Ana Valentín Mezquita y acto de presentación del libro de la doctora Concha Mercedes Piñón.

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